“El planeta experimenta los meses de junio y julio más cálidos de todos los tiempos”

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El director de Meteorología de Posadas, Fabio Cabello, señaló que desde el Instituto Copérnico, con sede en Europa, afirman que estos meses fueron los más calientes de los que se tuvo registro en la Tierra. «La temperatura mundial de julio va a terminar en 16,9° cuando la normal es 16,3°. Estos décimos más altos significan que las temperaturas medidas durante las primeras tres semanas de julio resultan ser mucho más altas que las normales», dijo.

Incluso si el ser humano dejara de existir, la Tierra se seguiría calentando por inercia durante unos diez años. La teoría del calentamiento sobrepasó a la del enfriamiento, en la que quizá se podríahaber ingresado hacia una nueva era polar. Sin embargo, meteorólogos de todo el mundo advierten que la Tierra se está calentando rápidamente, cada año un poco más.

 El director de Meteorología de Posadas, Fabio Cabello, señaló que «el planeta está experimentando los meses de junio y julio más cálidos de todos los tiempos porque también el hemisferio norte está experimentando temperaturas más altas». En diálogo con Acá te lo Contamos por Radioactiva, remarcó que desde el Instituto Copérnico, con sede en Europa, afirman que estos meses fueron los más calientes de los que se tuvo registro en nuestro planeta. «La temperatura mundial de julio va a terminar en 16,9° cuando la normal es 16,3°. Estos décimos más altos significan que las temperaturas medidas durante las primeras tres semanas de julio resultan ser mucho más altas que las normales», dijo.

 En este sentido, puntualizó que «en Argentina y en Sudamérica también estamos experimentando temperaturas más altas que lo normal, y todo parece indicar que en los próximos meses va a ser así: meses que han sido asignados con temperaturas más altas y con precipitaciones más bajas». A su vez, anticipó que «esta semana vamos a tener temperaturas cálidas, prácticamente de primavera-verano porque las máximas pueden llegar hasta los 35° en la ciudad de Posadas entre el jueves y el viernes». Atravesamos, entonces, un invierno que está siendo primavera en el Norte y Centro del país, a diferencia de la Patagonia.

 «Desde Neuquén y Río Negro para abajo están teniendo aire polar todos los días, pero esos impulsos no llegan al Norte. El anticiclón del Atlántico Sur está descansando sobre las costas de Brasil y toda esta semana nos va a estar emitiendo vientos cálidos del norte continental», agregó.

 Pese a pronosticar una semana soleada y de buen tiempo, Cabello advirtió que no es bueno desde el punto de vista científico.

 «A futuro, vamos a entrar en temporadas más caliente en definitiva. Hace unos diez años se afirmó la teoría del calentamiento, más allá de los estudios que propició la ONU a través del IPC en el año 98. Todos los estudios concluyeron en que vamos hacia un calentamiento. De hecho, la Tierra se va calentando cada vez más a causa de la emisión de gases del efecto invernadero, proveniente de la combustión de combustibles de origen fósil, del petróleo, que provoca el hombre. Esta emisión de dióxido de carbono, metano y azufre en la atmósfera representa un vidrio que permite que el calor del sol ingrese a la atmósfera pero que no salga, por eso se lo conoce como efecto invernadero», explicó.

 Como consecuencia, advirtió que «la atmósfera tiene mayor capacidad de atrapar el calor del sol y no dejarlo escapar, entonces se va calentando la atmósfera y las superficies de los océanos y de los continentes, que es lo que estuvo pasando».

 Qué esperar a futuro

 Tanto la Organización Meteorológica Mundial (OMM) como el Instituto Copernico pronostican que la Tierra va hacia el calentamiento, cuyo proceso implicará climas que serán cada vez más extremos.

 «Va a afectar más al hemisferio norte en el sentido del efecto de continentalidad porque tiene mayor superficie de tierra y, en el sur, tenemos mayor superficie de agua. Sin embargo, los picos de calor que tenemos son igualmente altos que en el hemisferio norte», analizó el Director de la Opad, Fabio Cabello.

En este marco, relacionó que «la superficie blanca de la Tierra va desapareciendo de manera muy acelerada y lo blanco repele, en alguna medida, la radiación solar». Por este motivo, indicó que «tenemos un cuadro de doble entrada: primero la radiación calórica, que va siendo atrapada por la atmósfera y segundo, la cantidad de energía que va ingresando también es mayor a nuestro planeta».

«Esto no tiene retorno», sentenció. «La sociedad científica y los entendidos hablan de parar cuanto antes la emisión de los gases de efecto invernadero, así y todo, si el ser humano dejara de existir, por inercia todavía el planeta se seguiría calentando durante diez años más. Como eso no va a suceder, lamentablemente vamos a seguir este proceso de cambio climático, en el cual los inviernos van a ser cada vez más cortos, benignos y suaves, y los veranos más largos y con más picos de olas de calor», ahondó.

 Por otra parte, el meteorólogo puso el foco en que «el mayor desafío es el aumento de temperaturas y la falta de frío en el Agro; la reconversión en el combate de plagas».

 «Para nuestros productores no es nada bueno que no haga frío porque las plagas viven en la tierra, y semilla o plantín que se pone, se lo comen», aclaró. Además, consideró que «si las larvas y huevos de mosquitos se juntan de un verano para otro, tenemos una eclosión epidémica de dengue, como en enero de 2016».

 Respecto a la temporada de verano 23-24, consideró que el fenómeno de El Niño tiene un rápido progreso. «Julio termina con un déficit de precipitaciones y en agosto va a llover un poco más, quizá lleguemos a 80 milímetros. En septiembre van a comenzar a regularizarse las lluvias de El Niño, teniendo en cuenta que el fenómeno va a llegar a su máximo esplendor en los meses de diciembre y enero» precisó. «Se espera tener una primavera-verano tormentosa e igualmente calurosa. Vamos a pasar de lluvias copiosas a sol caliente, vamos a tener un verano sofocante», concluyó.

Fuente: El Territorio