El marcado descenso de temperaturas y la humedad son factores que predisponen las enfermedades respiratorias en animales, cuyos síntomas son similares a los de los humanos, incluyendo tos, secreción nasal y fiebre.

En diálogo con Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7, el presidente del Consejo Profesional de Médicos Veterinarios de Misiones, Pablo Castillo, explicó: “No tienen las mismas enfermedades, pero sí la misma variedad de virus. Solamente las bajas temperaturas hacen perder la funcionalidad del aparato mocoauxiliar, que produce moco y hace que se expectore. Eso predispone a que agentes tanto virales como bacterianos puedan progresar en el epitelio respiratorio nasal y causar una enfermedad”.
“Son muy pocos los virus (de humanos) que tienen la capacidad de poder multiplicarse y causar enfermedad en los animales. Tanto el perro como el gato podían albergar el virus de Covid en el epitelio respiratorio, sobre todo en la nariz o en la faringe, pero eso no causaba la enfermedad ni manifestaba ni un tipo de síntoma”, aclaró.
En ese sentido, puntualizó que la tos es uno de los síntomas característicos de las enfermedades respiratorias en las mascotas. A su vez, profundizó: “Algo que solemos ver mucho en los perros es tos de las perreras o traqueítis infecciosa, que es el virus de la parainfluenza que se sinergia o potencia con la aparición de una bacteria. Lo otro es la secreción nasal, igual que nosotros, con mocos e inflamación. También pueden tener fiebre; lo que sí es que tienen un margen de temperatura diferente al nuestro porque su temperatura normal llega hasta los 39º y nosotros estamos en 36º”. El veterinario señaló que, a partir de los 8º en el ambiente, los animales empiezan a sufrir estrés térmico, es decir, pasan frío.
Por ello, recomendó “abrigarlos o, si son muy viejitos, tenerlos adentro”.
En relación al tratamiento básico de males respiratorios, indicó que se utilizan antibióticos, expectorantes y antifebriles según el cuadro que presente la mascota. Además, una opción para purificar las secreciones es la nebulización. En el caso de los gatos, se utilizan los puffs de pediatría y, ante la dificultad de darle medicación a los felinos, hay antibióticos y antialérgicos inyectables que duran aproximadamente 21 días.
Por otra parte, hizo referencia a cómo actuar ante la mordedura de una serpiente. “Hay que concurrir rápidamente al veterinario. Cuanto más rápido se pueda hacer, hay más chances de que el animal no tenga secuelas”, remarcó.
“Si es una yarará hay que usar un suero antiofídico y bloquear todas las toxinas que le pueda haber inoculado. La dosis usual es de dos a tres frascos para una mordedura estándar”, dijo.
“La mordedura de yarará es bastante fácil de identificar en el sentido de que, a partir de los quince minutos, empieza a haber una hemorragia en el lugar que picó. Por más que no se vea la serpiente, podemos pensar que es una yarará con esos indicios”, completó.
Fuente: El Territorio